lunes, 1 de noviembre de 2010

El agua afianza las expectativas para la cosecha triguera

El agua afianza las expectativas para la cosecha triguera
También es muy positiva la evolución de la cebada. Las lluvias del fin de semana le dieron otro impulso a los cultivos, que llegan así a una etapa clave del desarrollo en muy buenas condiciones y con humedad. Los testimonios de productores agrícolas confirman que desde hace tres o cuatro campañas el estado de los sembrados no era tan favorable. Un aspecto central, para consolidar esta situación, es que noviembre no sea extremadamente caluroso


"A esta altura del año, los trigos presentan el mejor estado de los últimos cinco años. Hace cinco campañas que los cultivos de fina -tanto trigo como cebada- no estaban tan buenos como ahora. Así que las expectativas son las mejores". El testimonio pertenece a Daniel Rybner, productor agropecuario con campo en las cercanías de Cascallares.
"Venimos joya, como en 2006, la última campaña buena que tuvimos en fina. El potencial de los cultivos está intacto", se suma Sebastián Lance, que explota un campo en la zona de Barrow.
"Los cultivos están muy buenos, de lo mejor de los últimos tiempos. Pero todavía falta, esta lluvia, en el caso del trigo, no garantiza que ya tengas el rinde", aporta Máximo Fisch, encargado de los campos que El Tejar trabaja en esta zona.
"Con esta lluvia los cultivos se van a recomponer, porque nosotros veníamos muy cortos de agua ya que hacía un mes que no llovía. No se si hubo pérdida de rendimiento, pero hemos estado al límite. De todos modos, los sembrados están para superar lo ocurrido en las últimas tres campañas", analiza Eduardo Dam, productor que vive en su campo ubicado en Ochandio.
"Veníamos con lo justo y estas lluvias cayeron justo. De no venir una helada o granizo, vamos a tener buenas cosechas finas", dice Martín Ozcáriz, chacarero de la zona de El Triángulo.
Con matices, es cierto, pero los productores consultados coincidieron en que los cultivos de fina pintan muy bien, algo que no ocurría, según los casos, desde hace tres o cuatro campañas. La razón máxima: sumando la lluvia de estas últimas 48 horas, en todas las explotaciones el registro de precipitaciones supera ampliamente el agua caída a esta altura del año en los dos ciclos anteriores, e incluso, supera la media histórica.
"En mi campo llevo un promedio de 900 milímetros en lo que va del año, y en 2009, a esta altura tenía apenas 575 milímetros. La diferencia es tremenda y se nota", describe Lance. "En eso también tiene que ver con que sembramos con mucha humedad porque teníamos el perfil totalmente cargado. En cambio, el año pasado sembramos con el perfil seco", completa.
En la zona de Ochandio, Dam hoy lleva acumulados alrededor de 750 milímetros, "nada que ver con lo del año pasado", dice. "Lo que pasó fue que llovió muy bien a principio de año y después se cortó un poco", agrega.
"Depende de los campos, pero en algunos ya estábamos empezando a necesitar. Sufridos estaban los trigos de Barrow, así que esta lluvia vino espectacular", cuenta Fisch.
Lo que habrá que evaluar es si el agua les llegó tarde a los lotes de trigo y cebada de campos con más limitantes, con la tosca más cerca. Por ejemplo, en sembrados de la ruta 3 hacia el norte, algunos cultivos ya mostraban síntomas de estar sufriendo el estrés.
Al buen estado que presentan los cultivos de fina, se le suma que el precio del trigo, que es al valor que también va atada la cebada, está por las nubes. Sobre todo porque hoy vale unos 30 dólares más que cuando se sembraron los lotes. "En este momento se está dando una combinación que sería muy buena que se pudiera concretar. Porque si se mantienen los precios y se da una buena cosecha, los resultados van a ser importantes", analiza Rybner.
Para que las buenas expectativas se transformen en kilos, es decir, se concreten, todo dependerá del comportamiento climático de noviembre. "El inconveniente que nos puede surgir es tener altas temperaturas y baja humedad relativa durante el llenado. Ese es el gran riesgo que nos queda", dice Rybner. Aunque aclara que "llegar con un cultivo espectacular a la definición también hace que se pueda absorber mejor el impacto de un noviembre caluroso y ventoso".

Aplicación de fungicidas 
En otro aspecto que coincidieron los productores fue en la aparición de enfermedades en cebada y la futura necesidad de aplicación de fungicidas en trigo. "Normalmente cuando los cultivos están buenos hay más predisposición a que germinen los hongos", sintetizó Fisch.
"Vamos a tener que monitorear el trigo porque es probable que aparezcan enfermedades", cuenta Lance, que sí tuvo que fumigar avenas y cebadas por la aparición de pulgón y royas, respectivamente. En tanto, Dam da por sentado que "en los próximos días voy a tener que aplicarle fungicidas a los trigos candeales".
Mientras esperan que haya piso para terminar de sembrar el girasol y aguardan que llegue el tiempo agronómico de implantar la soja (entre el 10 y el 25 de este mes es la ventana de siembre ideal), los productores de la zona sueñan con volver a tener una buena cosecha fina, algo que no ocurre desde la campaña 2005/06.

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