sábado, 6 de noviembre de 2010

Daneses en Huincahue

04/11/2010|
Sorpresa y media...
Un contingente de alumnos de una escuela agrotécnica danesa visitaron el campo de la familia Rybner. Se sintieron cómodos porque les hablaron en su idioma y quedaron sorprendidos por la utilización de silos bolsa y más aún por el empleo de glifosato
Con el objetivo de ver cómo se trabaja el campo en la Argentina, un contingente integrado por alumnos de segundo nivel de la escuela agrotécnica danesa Bygholm recorrió Huincahue, la explotación agropecuaria de la familia Rybner, integrante de la colectividad dinamarquesa.
LOS VISITANTES JUNTO A LOS ANFITRIONES POSAN EN LA ENTRADA AL ESTABLECIMIENTO DE LOS RYBNER
Guiados por Ricardo Albeck, un ex productor agropecuario de La Dulce que habla a la perfección el danés por haber trabajado en aquel país más de cinco años, los 36 alumnos de entre 18 y 22 años se llevaron la primera sorpresa cuando fueron recibidos por Torkild y Daniel Rybner, quienes les hablaron en su mismo idioma. La segunda sorpresa, en tanto, fue enterarse que la soja que compran para alimentar a los cerdos es producida con la utilización de glifosato y otros agroquímicos, productos vedados en los campos daneses.
"El fin principal del viaje fue venir a ver la agricultura de la Argentina y compararla con lo que los alumnos están acostumbrados a observar en Dinamarca. Y a parte de lo estrictamente técnico referido al agro, también nos interesa conocer un poco más de la cultura argentina, saber más del país, de cómo viven los argentinos", comentó Henrik Christensen -a través de la traducción de Ricardo-, uno de los docentes que acompañó al grupo. "También nos interesaba ver de dónde vienen los productos que compramos, como la soja, y también ver cómo se producen las productos que consumimos", agregó.
En cuanto a lo que más les llamó la atención de la recorrida, que incluyó también la visita a la Estación Experimental del INTA en Balcarce y otras explotaciones agropecuarias en Tandil y La Dulce, el danés mencionó: "Las vastas áreas que poseen y la cantidad de animales que hay". Pero se interesó en destacar que "para ustedes es más fácil explotar el campo, desde lo técnico, no cuentan con las regulaciones que sí hay en Europa que hace que sea muy difícil producir", comentó respecto a las limitaciones que hay en Dinamarca respecto al uso de agroquímicos.
En Huincahue pudieron observar una sembradora de directa en funcionamiento, un pulverizador, y la muestra estática preparada por los Rybner tuvo como estrella la embolsadora y el silo bolsa. "La siembra directa está en sus inicios en Dinamarca, casi no se usa. Y nos pareció muy interesante la manera en que almacenan los granos. La bolsa es de suma utilidad", mencionó el docente danés.
LOS ALUMNOS ANALIZANDO UN LOTE DE TRIGO, SOBRE LA RUTA 3

Como en casa
Más allá de las cuestiones técnicas, los visitantes estaban muy conformes con el trato recibido y sobre todo, por haberse podido expresar en su idioma para evacuar todas las dudas. "Eso es muy especial, y facilita mucho el intercambio, porque hay un trasfondo cultural común. Si comparamos esta experiencia con los viajes anteriores realizados a Brasil, queda muy clara la diferencia. Acá tuvimos otro tipo de contacto", aseguró el profesor.
Tan conformes quedaron los dinamarqueses con la corta estadía que tuvieron en Tres Arroyos (también visitaron el Parque Industrial y la Escuela Agropecuaria) y en Tandil, Balcarce y Necochea, que aseguraron que recomendarán que los próximos viajes técnicos se realicen a la Argentina, y no a Estados Unidos o Australia como se acostumbraba años anteriores. "Acá hay cosas muy valiosas para ver", sentenció Henrik.
Pero también ellos aportaron datos que causaron sorpresa. Porque el docente comentó que "a los productores de Dinamarca no le cambian las reglas de juego con menos de 15 años de anticipación (sí, leyó bien)". A lo que Daniel Rybner, contestó: "A nosotros también nos avisan 15 antes... pero 15 horas". Por supuesto que los europeos se fueron del campo sin entender la imprevisibilidad en la que tiene que trabajar el chacarero local, como tampoco le encuentran una explicación al cierre de las exportaciones.
Para el anecdotario quedará que, como buenos daneses tomaron mucho alcohol, y comieron en igual proporción: no quedó nada de los dos corderos de 20 kilos cada uno y los 15 kilos de carne vacuna que se hicieron al asador.
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lunes, 1 de noviembre de 2010

El agua afianza las expectativas para la cosecha triguera

El agua afianza las expectativas para la cosecha triguera
También es muy positiva la evolución de la cebada. Las lluvias del fin de semana le dieron otro impulso a los cultivos, que llegan así a una etapa clave del desarrollo en muy buenas condiciones y con humedad. Los testimonios de productores agrícolas confirman que desde hace tres o cuatro campañas el estado de los sembrados no era tan favorable. Un aspecto central, para consolidar esta situación, es que noviembre no sea extremadamente caluroso


"A esta altura del año, los trigos presentan el mejor estado de los últimos cinco años. Hace cinco campañas que los cultivos de fina -tanto trigo como cebada- no estaban tan buenos como ahora. Así que las expectativas son las mejores". El testimonio pertenece a Daniel Rybner, productor agropecuario con campo en las cercanías de Cascallares.
"Venimos joya, como en 2006, la última campaña buena que tuvimos en fina. El potencial de los cultivos está intacto", se suma Sebastián Lance, que explota un campo en la zona de Barrow.
"Los cultivos están muy buenos, de lo mejor de los últimos tiempos. Pero todavía falta, esta lluvia, en el caso del trigo, no garantiza que ya tengas el rinde", aporta Máximo Fisch, encargado de los campos que El Tejar trabaja en esta zona.
"Con esta lluvia los cultivos se van a recomponer, porque nosotros veníamos muy cortos de agua ya que hacía un mes que no llovía. No se si hubo pérdida de rendimiento, pero hemos estado al límite. De todos modos, los sembrados están para superar lo ocurrido en las últimas tres campañas", analiza Eduardo Dam, productor que vive en su campo ubicado en Ochandio.
"Veníamos con lo justo y estas lluvias cayeron justo. De no venir una helada o granizo, vamos a tener buenas cosechas finas", dice Martín Ozcáriz, chacarero de la zona de El Triángulo.
Con matices, es cierto, pero los productores consultados coincidieron en que los cultivos de fina pintan muy bien, algo que no ocurría, según los casos, desde hace tres o cuatro campañas. La razón máxima: sumando la lluvia de estas últimas 48 horas, en todas las explotaciones el registro de precipitaciones supera ampliamente el agua caída a esta altura del año en los dos ciclos anteriores, e incluso, supera la media histórica.
"En mi campo llevo un promedio de 900 milímetros en lo que va del año, y en 2009, a esta altura tenía apenas 575 milímetros. La diferencia es tremenda y se nota", describe Lance. "En eso también tiene que ver con que sembramos con mucha humedad porque teníamos el perfil totalmente cargado. En cambio, el año pasado sembramos con el perfil seco", completa.
En la zona de Ochandio, Dam hoy lleva acumulados alrededor de 750 milímetros, "nada que ver con lo del año pasado", dice. "Lo que pasó fue que llovió muy bien a principio de año y después se cortó un poco", agrega.
"Depende de los campos, pero en algunos ya estábamos empezando a necesitar. Sufridos estaban los trigos de Barrow, así que esta lluvia vino espectacular", cuenta Fisch.
Lo que habrá que evaluar es si el agua les llegó tarde a los lotes de trigo y cebada de campos con más limitantes, con la tosca más cerca. Por ejemplo, en sembrados de la ruta 3 hacia el norte, algunos cultivos ya mostraban síntomas de estar sufriendo el estrés.
Al buen estado que presentan los cultivos de fina, se le suma que el precio del trigo, que es al valor que también va atada la cebada, está por las nubes. Sobre todo porque hoy vale unos 30 dólares más que cuando se sembraron los lotes. "En este momento se está dando una combinación que sería muy buena que se pudiera concretar. Porque si se mantienen los precios y se da una buena cosecha, los resultados van a ser importantes", analiza Rybner.
Para que las buenas expectativas se transformen en kilos, es decir, se concreten, todo dependerá del comportamiento climático de noviembre. "El inconveniente que nos puede surgir es tener altas temperaturas y baja humedad relativa durante el llenado. Ese es el gran riesgo que nos queda", dice Rybner. Aunque aclara que "llegar con un cultivo espectacular a la definición también hace que se pueda absorber mejor el impacto de un noviembre caluroso y ventoso".

Aplicación de fungicidas 
En otro aspecto que coincidieron los productores fue en la aparición de enfermedades en cebada y la futura necesidad de aplicación de fungicidas en trigo. "Normalmente cuando los cultivos están buenos hay más predisposición a que germinen los hongos", sintetizó Fisch.
"Vamos a tener que monitorear el trigo porque es probable que aparezcan enfermedades", cuenta Lance, que sí tuvo que fumigar avenas y cebadas por la aparición de pulgón y royas, respectivamente. En tanto, Dam da por sentado que "en los próximos días voy a tener que aplicarle fungicidas a los trigos candeales".
Mientras esperan que haya piso para terminar de sembrar el girasol y aguardan que llegue el tiempo agronómico de implantar la soja (entre el 10 y el 25 de este mes es la ventana de siembre ideal), los productores de la zona sueñan con volver a tener una buena cosecha fina, algo que no ocurre desde la campaña 2005/06.