domingo, 20 de septiembre de 2009

11 de marzo 2008

Descripción de los hechos ocurridos:

¿Por qué empecé?

El mismo 11 de marzo, cuando el Ministro Martín Lousteau, en una conferencia de prensa notifica: “… estamos anunciando un esquema de retenciones móviles para la soja, el girasol, el maíz y el trigo y todos los productos derivados para los próximos cuatro años…”, en ese momento yo estaba en el campo, entre otras cosas, controlando a los albañiles que ampliaban la casa que durante tanto tiempo esperaba su turno para ser remodelada, un rato después por continental recuerdo escuchar a alguien que decía “…esto se va a ponerse pesado, como en el 2006…” decía Mario Llambías, todavía no sabía quien era, al rato, un tal Eduardo Buzzi coincidía diciendo: “…esto no es mas que una agresión al sector… …el gobierno, sin pensar en el largo plazo, toma éstas medidas cortoplacistas…”, así me quedé con esas notas un tanto candentes, y no pensé en más.

Al día siguiente, 12 de marzo, se hace público el comunicado de prensa emitido por la mesa de enlace, en la que declaraba un paro total de comercialización por 24 horas, “…si no hay respuesta del gobierno para mañana a la tarde, el paro seguirá hasta el próximo miércoles...”.

El 13 de marzo, las bolsas de Cereales rechazaron las retenciones móviles y no operaron, en Tres Arroyos se juntaba un grupo de Cerealistas y algunos chacareros, los mas vinculados con Federación y Sociedad Rural, primero se juntaron en la ruta 3 después muy desordenadamente se manifestaban frente al escenario de la fiesta del trigo, volvieron a la ruta 3 y se desconcentraron.

Al día siguiente, el 14 de marzo, todos habían visto las noticias de la noche anterior, todos los del campo estaban en las rutas, a si que cerca de las nueve de la mañana en la intersección de las rutas 3 y 228 se juntaba gente, se intentaba hacer algo así como una asamblea que nadie encabezaba, hasta que vino un tal Jorge Srodek en nombre de CRA, y dijo “…muchachos, si no paramos esto ahora, será imposible pararlo después…”, yo estaba en terceras líneas hasta ese momento, y empiezo a recibir mensajes de miembros CREA y conocidos de otras localidades preguntando como íbamos, y que pensábamos hacer, yo no tenía ni idea, y podía ver que nadie la tenía. Alguien pone la radio y se escuchaba “…están usando métodos golpistas, son mezquinos y miserables…” era Hugo Moyano, después se escuchó a Depetri, después a D’Elía que decían “…ésta es una pelea pueblo versus contrapueblo…”, a esta altura se notaba que a la gente le pegaba mal, se empezaba a notar bronca y desarreglos de conducta, para calmar un poco los ánimos, tal vez serían ya las 6 de la tarde; nos dispersamos y nos autoconvocados al día siguiente.

Ya 15 de marzo, se intenta algún tipo de negociación entre la mesa de enlace y el gobierno, todo está en standby en la ruta, pero seguimos ahí, cada vez mas gente se sumaba a la protesta. Mientras tanto nuestra discusión seguia siendo, ¿que hacemos?.

Así fueron pasando los días, cada vez éramos mas los que asistíamos a la vera de la ruta, no había nada organizado, pero la cuestión era que no tenían que pasar los camiones, había un par de problemas, -¿Qué hacemos con los camiones de acá? –paralo, paralo! -si, pero lo conozco! -paralo igual!!. Así se fueron formando las leyes implícitas del piquete. Todavía era muy desordenado, solo se escuchaba a Don Alfredo que por radio daba a entender lo que debíamos hacer.

En uno de esos primeros días, éramos muchos en ruta, estaba totalmente cortada, era bastante fácil, no pasaba nadie, en eso se aparecen tres personas de gran porte vestidas de negro, decían que eran de los camioneros de Moyano, pidieron hablar con el “jefe”; no teníamos jefe, lo que mas se parecía a jefe era Mariano el presidente de la rural, a si que allá fueron, en ese momento sucedió algo muy importante, que para mí marca un antes y un después del Movimiento Autoconvocados de Tres Arroyos, junto a Mariano estábamos todos, tal vez 200 o 300 personas, no lo dejaron solo, todos queríamos ser parte de la charla, auque ellos no querían que estuviéramos todos, trataron de apartar a Mariano a solas, no pudieron contra la anarquía del momento, el piquete se hacía fuerte y tomaba personalidad propia.

Minutos más tarde apareció la radio, la televisión, las FM, el diario, preguntaban que estábamos haciendo y que teníamos planeado hacer, cualquiera contestaba y contestaba lo que le parecía.

Urgentemente entre un grupo de los mas activos lo pusieron a Mariano, el presidente de la Rural, sobre la caja de una camioneta y le exigieron que se hiciera cargo de la situación, astutamente explicó que no tenía problema pero que necesitaba un par más que lo ayudaran a tomar decisiones, a si que en realidad esa fue la primer asamblea de autoconvocados formal, donde se eligieron por los gritos de la gente 4 nombres que surgían del alboroto, entre los cuales un amigo mio gritó mi nombre, y no pudiendo volver atrás me fui haciendo cargo de lo que surgía.

Mis primera pregunta fue ¿Qué hago ahora?, miro a mi alrededor, y a pesar que alguna vez los había tratado no conocía a mis compañeros de mando, a si que pensé, ¿que tengo yo, que puedo aportar?, por naturaleza me surgió que podíamos poner un poco de orden en las asambleas, empecé con el simple el pedido de palabra, “el que quiera hablar, que levante la mano…”, “…escuchemos lo que dice cada uno, y después decidimos…” etc., premisas simples, pero no se estaban aplicando y ayudó mucho. Enseguida fue adoptado por todos. Otra cosa que pudimos adoptar rápidamente fue un orden para las ideas que surgían, en la tensa gente, también organizamos expeditivas reuniones la de directiva, con una rápida ronda de novedades, tormenta de ideas, breve debate, resolución, y comunicación a los asambleistas, todo esto duraba no mas de 10, o 15 minutos. Vimos que algunas cosas se nos iban de las manos, ya que los que asistían a las asambleas no eran siempre los mismos, y surgían nuevas ideas muy rapidamente, desde los panfletos, hasta modalidades de corte de ruta, notas en las radios, entrevista con los políticos, con otros sectores, la comida para la policia, para los camioneros, los baños, los infiltrados, etc.. A si que cada uno de los 5 delegados elegidos por asamblea, elegimos 2 laderos, que pocas horas después fueron delegados; me pareció muy interesante la velocidad de la resolución de los problemas ya que todos los temas y la actividad fueron de tal intensidad que cada hora era lo que en la vida cotidiana lleva una semana o mas, esto lo pudimos hacer por que teníamos la práctica, en mi caso, por que lo aprendí en CREA.

Fueron pasando los días y aparecían las diferencias en algunos individuos que no aceptaban lo resuelto en asamblea, a si que comenzamos a hacer un poco de docencia, primero explicar la diferencia entre mayoría y consenso, ya que si siempre se actuaba por mayoría, corríamos el peligro de tener dos bandos, aunque muchas veces parecía que no tenía mucho sentido dedicarle tiempo a estas menudencias ya que parecía, que este paro, que no podía durar mucho tiempo más, pero los días fueron pasando, y hubo que seguir organizándose.

Empezaron los problemas financieros de los mismos chacareros que hacían semanas que no vendían. Algún aventurero pasó por un camino de tierra con una jaula de novillos, y los piqueteros salieron al ataque con 5, 6 hasta a veces 10 camionetas, para parar al carnero. Manejar éstas situaciones fue para mí, muy complicado, ya que ambas partes tenían sus razones, y hacerlos entrar en razón era muy espinoso; haciendo mas difícil la tarea de poner, paños fríos por un lado, mostrar enojo al gobierno por otro, informar en los medios de comunicación un mensaje claro para el citadino, donde al mismo tiempo iba un mensaje al gobierno.

Se fueron armando encargados de cada una de las actividades, a raiz de esto surgieron celos por que uno salía mas en la TV que otro, y el que salía mucho era por que quería figurar, por tonto que parezca surgieron así las controversias internas. Y sobre esto, lo de las internas personales entre los mismos delegados, entre los mismos grupos dentro del piquete, esto, fue la gran debilidad, los comentarios de pasillo, los interese económicos, los intereses políticos, y principalmente la falta de confianza, se fue apoderando del piquete, fue la suma de estas cosas que derribó gran parte de la pelea que dimos y no supimos aprovechar. No confiaron en lo que estaba haciendo el que no estaba presente, se fue agravando el no respetar las ideas del otro, hubo gente que se aprovechó de la situación para ganarle un paso a algún negocio, otros para posicionarse políticamente a costa de lo habíamos construido, se aprovecháron de la situación.

En esos momentos, y al fin de la primera etapa del conflicto, fué cuando me dí cuenta que muchas cosas que yo aprendí en el movimiento CREA, lo pude usar en esta situación, también me dí cuenta que no estaba preparado para afrontar una responsabilidad de participar en política, que necesito instrucción, y que necesito un plan, y que ese plan debe ser compartido, y que ese compartir sea en confianza, con respeto, y con entusiasmo. Por eso decidí comenzar a formarme en el programa Líderes, a formar un grupo de confianza donde podamos participar, con respeto, y con entusiasmo. Y como mensaje final, “SI CADA UNO DE NOSOTROS HACEMOS BIEN LO QUE PODEMOS HACER, ENTONCES VAMOS TENER ESA ARGENTINA SOÑADA, SOÑADA TAMBIÉN POR NUESTROS ABUELOS”

Creo que debemos participar DONDE PODAMOS, DONDE NOS SINTAMOS COMODOS, algunos lo harán en la política, otros en una ONG, otros en la escuela de sus hijos, todos tenemos algo para aportar, y que, como se dice siempre, el lugar vacío, si no lo ocupás vos, lo ocupa otro.

Daniel Rybner.

para Congreso Mar y Sierras de AACREA

Pinamar del 22 al 24 septiembre 2009

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